Los centros educativos actuales son
lugares donde la integración de numerosas culturas hace que convivan en el aula
distintos tipos de lenguaje, que en cierta manera dificulta el desarrollo de la
actividad en la clase.
Esta integración cultural, provoca
que los niños entiendan siempre el registro utilizado por el profesor, y la no
adaptación provoca déficit de atención y por lo tanto el correspondiente
retraso del niño.
El centro educativo debería incluir
en estos casos profesores de apoyo, o si esto no es posibles clases de
acomodación o enseñanza de nuestro lenguaje, para que esos niños recién
llegados y con diferente idioma y cultura se adapten al nuestro, así las clases
resulten más dinámicas.
Pero seguramente con este apoyo no es
suficiente, pues una vez que el niño sale del centro educativo, éste vuelve a
tener contacto con su ambiente familiar y a su registro habitual, lo que
provoca que pierda lo adquirido en las aulas, por lo tanto, los familiares del
entorno del niño, también deberían de recibir clase de adaptación al idioma,
para así, con la colaboración mutua de los factores más cercanos al niño
provoquen una mejora en los resultados del alumno en el aula.
Las necesidades tecnológicas, también
han provocado la integración en nuestro vocabulario términos no utilizados
anteriormente, y la integración de estos a los centros educativos ha creado
cuanto menos, un tipo de adaptación, pero este ha sido menos costoso, pues se
ha realizado de forma casi conjunta entre profesores y alumnos lo que ha
creado un refuerzo en general.
Es necesario el esfuerzo de todos los
factores influyentes en la evolución del niño, para que se produzca un
desarrollo y una evolución acorde con la edad del estudiante. (Poy, 2010)
El sistema social, también sufre la
continua adaptación del registro, pues no es el mismo el utilizado dentro de un
ambiente familiar, que el utilizado por las instituciones, o el del lugar de
trabajo.
Este se adapta a las necesidades
del momento, pues el cambio de registro
parece que estuviera de forma innata en nuestra identidad.
El paso de los institutos a las
universidades el código del lenguaje cambia, pues en los institutos la forma de
dirigirse a los profesores es más directa y de forma casi familiar, mientras
que en las universidades es más culto y con mayor respeto a los profesores.
Los alumnos notamos el cambio y el
proceso de adaptación es cuanto menos complicado, pues nos cuesta bastante modificar
a un registro al que no estamos acostumbrados, pues anteriormente se ha utilizado
siempre el mismo registro, tanto fuera como dentro del ámbito educativo.
El registro también se modifica en
los lugares de trabajo, pues depende del oficio éste tendrá sus propias
nomenclaturas y por lo tanto, la adaptación del trabajador. En el momento que
nos acercamos a un campo de trabajo con el que no hemos tenido previamente una
adaptación, éste nos resulta complicado, pues la utilización de términos poco
comunes nos hace observar la similitud a un idioma nuevo.
La convivencia con distintas
generaciones es también una buena forma para identificar distintos registros,
desde los más vulgares hasta los más cultos y refinados. Cada uno de ellos
identifica en parte a la clase social a la que se pertenece y el efecto que
produce ésta en los individuos que la forma.
BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
Poy, R. (2010). Efectos
del credencialismo y las expectativas sociales. Revista extraordinario.
Revista de educación , 147-169.
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