Las familias españolas en las últimas décadas han
experimentado distintos cambios, por lo que nos ha llevado a replantear las
nuevas estructuras de unidades familiares, así como las instituciones han
tenido que adaptarse creando nuevas normativas, para dar cabida a las nuevas
formas de familia.
Mucho ha tenido que ver el nivel educativo femenino, y la incorporación
de éstas al mercado de trabajo extra doméstico.
Las instituciones públicas han facilitado este proceso, pero en menor
medida que en otros países de la Comunidad Europea, ya que cuanto mayor es el
Estado de Bienestar, mayor es la incorporación femenina al mercado laboral.
La familia tradicional se está transformando, pues el rol de madre
dedicada en su totalidad a las tareas domesticas y al cuidado de los hijos ha
cambiado significativamente.
La mujer ha dejado el ámbito de la privacidad, para pasar al público.
Esta incorporación ha provocado distintos fenómenos como: retraso en la
edad de casarse, al igual que el de tener descendencia, que conlleva una
disminución de la natalidad y el aumento de separaciones y divorcios.
Esto ha generado la aparición de nuevos tipos de familia, como la
monoparental o familias reconstruidas.
Por lo tanto, aparece una nueva perspectiva cualitativa entorno a los
patrones de autoridad y organización familiar, destacando distintos valores
como solidaridad, afecto, voluntad de compartir, etc. Estos conceptos forman
las bases donde se sustentan las familias actuales.
Ésto lleva a que las instituciones deban crear medidas de bienestar
adaptadas a estos nuevos núcleos.
Existe una perspectiva cuantitativa relacionada con el número de rupturas
de familias, modificación de roles, patrones de autoridad modificados, etc.
La incorporación de las mujeres al mercado laboral, también
ha afectado a los niños dentro del ámbito escolar.
La incorporación se hace muy dura para las madres trabajadoras que
sienten como abandonan al hijo en manos de personas desconocidas, la mayoría de
las veces, pero este sentimiento es compartido por los niños, pero en menor
medida, siempre y cuando los horarios de los padres estén adaptados a los del
hijo.
Si esto no es posible, los horarios lectivos de los niños se vuelven
interminables, con sucesión de clases extraescolares hasta el horario de vuelta
de los padres.
De estos horarios interminables se han visto afectados los niños, que
desde muy temprana edad han tenido que llevar colgado al cuello las llaves de
su casa para poder entrar, y estar solos hasta la llegada de los padres.
La soledad ha creado en estos niños inestabilidad emocional como falta de
cariño, llegando incluso, a somatizar esa falta en pesadillas, problemas
domésticos y familiares.
Estas carencias aparecen reflejadas en malas notas, conductas inadecuadas
hacia los padres y profesores, en una frase, rechazo a todo lo que se refiere
la vida familiar, pues el niño no se siente integrado en ninguno de estos
ámbitos, confiando más en su pandilla de amigos que en cualquier otra persona
de su unidad familiar o escolar.
La educación es un problema de todos, pero la crianza, la enseñanza en
valores y en afectos, sobretodo en afectos como el amor, es únicamente de la
familia, mejor explicado, de los progenitores responsables de la conducta del
niño.
El replantearse los horarios y hacerlos más adaptables a las necesidades
de los niños, sería una posible solución pero, para ello es necesario la
colaboración de familias e instituciones que velen por el bienestar de las
sociedades del futuro. (Sánchez,
1998) .
El nivel educativo de los padres es uno de los factores
importantes en el éxito o en el fracaso del hijo en la escuela. Existen otros
factores influyentes como el entorno familiar, las prácticas educativas e
interacciones familiares, estos aspectos inciden en las estructuras de
rendimiento, generando altos niveles de superación y motivación. (Ruíz de Miguel, 2001) .
La educación que recibe el niño dentro de una familia con altos niveles
educativos favorece el éxito del infante, pero esto a veces no funciona, pues
los padres pueden tener métodos distintos para educar al niño y crearle
mensajes contradictorios. El pequeño puede sentirse perdido por no saber a
quién hacer caso. (Rius, 2013) .
Otros errores cometidos en la educación de nuestros niños en el ambiente familiar es el sobreprotegerlos. Resulta bastante difícil, pues los seres humanos estamos creados genéticamente con esa necesidad de sobreprotección para salvaguardar la seguridad de nuestra descendencia, pero resulta contraproducente, el niño debe aprender a resolver los problemas que surjan dentro de su ambiente con el apoyo de padres y profesores. Hacerle conocedor del problema, siendo él quien aporte la solución.
Otros errores cometidos en la educación de nuestros niños en el ambiente familiar es el sobreprotegerlos. Resulta bastante difícil, pues los seres humanos estamos creados genéticamente con esa necesidad de sobreprotección para salvaguardar la seguridad de nuestra descendencia, pero resulta contraproducente, el niño debe aprender a resolver los problemas que surjan dentro de su ambiente con el apoyo de padres y profesores. Hacerle conocedor del problema, siendo él quien aporte la solución.
El reservarles de todo, provoca en los niños sentimientos de
inseguridad, pudiendo convertirse en una persona dominante.Los centros escolares deberán adaptarse a estas situaciones de cambios familiares, integrando todas las formas de unidad familiar, y utilizar nuevas expresiones donde no se aísle alguna condición, provocando situaciones de malestar en los alumnos.Modificar el día del padre o el de la madre, por el día de la familia sería un buen comienzo.
Uno de los errores más comunes en los padres sobre la comunicación hacia
los hijos es la trasmisión de desprecio hacia la figura del docente, quitándole
la autoridad que representa en su entorno. Con el paso del tiempo el niño
dejará de respetar a esta figura creando posteriormente los problemas de
violencia en las aulas.
La sociedad necesita crear seres altamente cualificados y preparados para
solventar con éxito los retos que se propongan lo largo de la vida, y de ello
depende en gran medida la educación recibida.
La educación de los hijos es muy importante, y para ello es necesaria la
colaboración de todas las instituciones, de ello depende en gran medida el
convertir el niño de hoy en el adulto responsable del mañana.
BIBLIOGRAFIA
Ruíz de Miguel, C.
(2001). Factores familiares vinculados al ajo rendimiento. Revista
complutense de Educación , 81-113.
Sánchez, M. (06 de 04
de 1998). elpais.com. Recuperado el 29 de 12 de 2016, de
http://elpais.com/diario/1998/04/06/sociedad/891813604_850215.html
Comentarios
Publicar un comentario